¿Qué es el 3G?
3G es la tercera generación de tecnología móvil. En comparación con sus predecesoras 2G, las redes 3G ofrecían velocidades de datos y anchos de banda significativamente mayores, principalmente para satisfacer las necesidades del floreciente mercado de los teléfonos inteligentes. En el ámbito del IoT, el 3G también abrió la puerta a las aplicaciones con gran consumo de datos, como la transferencia de vídeo.
A continuación, analizamos la evolución del 3G, su papel en las redes IoT y M2M, y cómo la inminente desaparición del 3G está animando a las empresas a buscar alternativas más adecuadas para satisfacer sus necesidades de conectividad.
La historia del 3G
Aunque desde entonces se ha utilizado ampliamente en aplicaciones empresariales, la tecnología 3G se diseñó principalmente para el mercado de los teléfonos móviles.
En 1998 se creó el Proyecto de Asociación de Tercera Generación (3GPP) para fomentar el desarrollo de nuevas redes como el siguiente paso a las tecnologías GSM (Sistema Global de Comunicaciones Móviles) 2G existentes.
En 2000, el 3GPP publicó un conjunto de especificaciones técnicas – IMT-2000, «International Mobile Telecommunications» – que definían lo que la industria quería conseguir con un sistema de tercera generación. Todavía faltaban siete años para el lanzamiento del primer iPhone. Sin embargo, ya se sabía que el 3G tendría que ofrecer servicios convergentes de celular, voz, datos, Internet y multimedia. La conexión continua era otro de los objetivos: los nuevos sistemas tendrían que permitir a los usuarios desplazarse a través de fronteras sin cambiar de número o de teléfono.
Según la idea inicial, el 3G proporcionaría velocidades de transmisión de datos significativamente más altas: un mínimo de 2Mbit/s para dispositivos fijos y 348 kbit/s en un vehículo en movimiento. En aquella época, las redes 2G sólo ofrecían por lo general velocidades de entre 9,6 kbit/s y 28,8 kbit/s.Las primeras redes comerciales de 3G empezaron a aparecer en Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido a partir de 2002 aproximadamente. A finales de 2007, había 190 redes 3G operando en 40 países. Sin embargo, desde el despliegue de 4G a partir de 2008 aproximadamente, el uso de 3G ha ido en declive. De hecho, varios operadores de todo el mundo han anunciado sus planes de cierre de las redes 3G (véase el apartado de apagón de las redes 3G).
¿Cómo funciona el 3G?
El UMTS (Servicio Universal de Telecomunicaciones Móviles) es el grupo de tecnologías dominante tras el 3G.
Al igual que el protocolo de red de segunda generación («2,5G»), GPRS (General Packet Radio Service), UMTS es un sistema de conmutación de paquetes. Las redes más antiguas eran de conmutación de circuitos, lo que significa que un circuito dedicado está ocupado durante toda la duración de una conexión entre dos usuarios. Sin embargo, con la técnica de conmutación de paquetes, es mucho más fácil y eficaz que los dispositivos conectados compartan el ancho de banda y envíen y reciban paquetes de datos según sea necesario.
Al igual que el GPRS, el UMTS permite calcular los costes de funcionamiento del usuario en función del volumen de datos enviados, independientemente del tiempo de conexión. Para las empresas, este enfoque puede ser rentable para aplicaciones como los sensores industriales y los sistemas de tracking de activos, en los que se desea mantener los dispositivos en modo «siempre encendido», pero sólo se necesita que transmitan o reciban datos de forma intermitente.
Los dispositivos basados en redes 3G suelen tener un mayor consumo de energía en comparación con los de 2G y 2,5G. Hasta hace poco, para aplicaciones con grandes demandas de transferencia de datos -sobre todo para dispositivos en movimiento- las redes 3G ofrecen una opción de conectividad útil. Sin embargo, para demandas de datos menores, las opciones 2G y 2,5G suelen ser más adecuadas y rentables.
¿Cómo de rápido es el 3G?
Inicialmente, UMTS 3G ofrecía velocidades de datos en el enlace descendente de 384 kbit/s. En cambio, la tasa de GSM era de 9,6 kbit/s. UMTS también era mucho más rápido que GPRS (2G+), que ofrece una tasa de 53,6 kbit/s.
Con el tiempo, las velocidades de datos de UMTS se han incrementado aún más, ya que las operadoras han introducido el acceso a paquetes de alta velocidad (HSPA), el HSPA evolucionado (HSPA+) y el HSPA+ plus. HSPA+ plus permite velocidades máximas de descarga de 168 mbit/s y de subida de 22 mbit/s.
¿Cómo de seguro es el 3G?
Al igual que el 2G, el 3G cuenta con encriptación de extremo a extremo para proteger los datos en tránsito. En comparación con sus equivalentes de 2G, las redes 3G suelen ser más eficaces a la hora de autentificar a los usuarios. En general, las redes 3G ofrecen un modo de conectividad fiable y seguro para sus proyectos de IoT.
La radiofrecuencia sólo tiene un espacio limitado. Además, a medida que llegan nuevas tecnologías (por ejemplo, 5G), los proveedores de redes necesitan liberar recursos para dedicarlos a nuevos despliegues. Por ello, varios proveedores están tomando medidas para desconectar las tecnologías de red más antiguas, especialmente la 2G y la 3G. Esta desconexión se denomina sunsetting o apagón de las redes.
No es aconsejable lanzar un nuevo proyecto de IoT en una red 2G o 3G en este momento debido a las actividades de sunsetting de la red en diferentes regiones del mundo; lo más probable es que tenga que incurrir en los costes de cambiar a una nueva red más adelante. Para los despliegues existentes, ahora es el momento de planificar su transición a tecnologías alternativas para evitar tener que acelerar el proceso en el futuro.
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